La flor de la amapola, la amapola, con toda su majestuosidad y elegancia, hace un increíble ejercicio de equilibrio de su frágil tallo para sobrevivir.
De esta sutil danza de la naturaleza se tomó prestada la inspiración formal de Recamier Poppy. Equilibrar pesos visuales en diferentes materiales fue el toque único de la pieza.
El resultado es una pieza a la altura de las distintas necesidades de uso, pero sin perder, por supuesto, su aspecto pop.